2 de Octubre 2021

 El día anterior me habías pedido por favor que durmiera una vez más contigo. Mi corazón decía que si y mi cabeza llenaba de alarmas todo mi cuerpo para que te dijera que no. 

Me quería mantener firme, quería poder hablar contigo, cortar las cosas y dejarlo hasta ahí. Pero tienes control sobre mi, lo tienes. Controlas cada cm de mi cuerpo y mi mente. Lo peor es que lo sabes y sacas ventaja de ello. 

Recuerdo que entre sollozos me pediste que no me fuera, que te diera una oportunidad más, que tenías una carta de 7 planas que me querías leer y en un lugar tranquilo, lejos de todos. 

Accedí y fuimos a un hotel. Hace años que no entraba a una de esas enormes y acomodadas piezas. Fuimos a almorzar, me hiciste reír y lloramos los dos. Comimos rico y nos devolvimos a la pieza donde me leíste la carta que querías leerme. 

Lloramos ambos, hasta que me quedé dormida y en ese momento supiste que no había dormido así de bien en todo este tiempo. He dormido, si, pero no como cuando apoyo mi cabeza en tu pecho y escucho tu corazón latir y siento como tu pecho sube y baja a medida que respiras. 

Este fin de semana lo atesoraré muchísimo, no sabes cuánto. No tienes una idea de cuánto te amo y me cuesta dejarte ir. No tienes una idea lo que lucha mi mente y mi corazón cada vez que te ven, te leen o te escuchan. 

Y me duele saber que estando a tu lado no te voy a estar ayudando, me duele saber que a mi lado tú no me estarás ayudando porque vamos a seguir en esa misma puta dinámica que hemos tenido todo este 2021... Por lo menos hasta que aprendamos a controlar los impulsos, hasta que sepamos mantener el respeto y dejemos correr el agua para que se limpie. 

No te miento, me pican las manos para volver a hablarte. Después de dos meses sin vernos volver a verte 4 días en 1 semana fue como un balde de agua fría sobre mi. Fue volver a sentir todo lo que llevaba meses reprimido, fue volver a darme cuenta de que nunca en mi puta vida he sentido esto por nadie. 

Fue volver a darme cuenta de que el hombre de mi vida, el amor que siempre había esperado, estaba de vuelta a mi vida con promesas que aún no sé si va a poder cumplir. 

Y es por mi frágil estado mental en el que no puedo quedarme a ver si las cumple o no, es por el rechazo que mi gente te tiene, es porque aún traicionada me siento. 



Entradas populares de este blog

12 de Febrero

Tú vienes Cuando Menos te necesito, te vas cuando estoy dispuesta a no perderte más.

23 de febrero