1 febrero

 Odio que mi corazón le pertenezca, odio seguir pensándole hasta el día de hoy. Queriendo verlo y a la vez estar convencida de que no es buena idea, querer hablarle y no poder dar ese paso por miedo a retroceder, pensar en ver sus cosas y frenarme para no recaer en el vicio que tanto me costó dejar atrás. 

Odio que cada canción me lleve a él sin importar de qué índole sea. Odio desconfiar de todo lo que sea relacionado a él también, cada mínima cosa creo que es mentira, menos de que si estas palabras llegan a sus ojos alimentarán su ego como muchas otras cosas. 

Odio sentirme tan vulnerable.

Odio sentirme emocionalmente no disponible. 

Pienso en conocer a alguien más, me da flojera. Pienso en comenzar a tener citas, me da progeria. 

Tener que dejar mis tiempos, salud mental y panoramas por otra persona es literalmente una tragedia emocional. Estoy agotada mentalmente de creer que todos me mienten, juegan y terminarán hiriéndome. Tampoco tengo ganas de poner ningún esfuerzo en nuevos lazos, si cuando lo he hecho termino sin nada. 

Que chato todo esto. De verdad quiero dejar de vivir. 

Entradas populares de este blog

12 de Febrero

Tú vienes Cuando Menos te necesito, te vas cuando estoy dispuesta a no perderte más.

23 de febrero