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Mostrando entradas de mayo, 2017
Por favor, deja de jugar con mis sentimientos. La verdad que no te entiendo, me pides un tiempo para aclararte, para darte cuenta de lo que quieres, me dejas de hablar, eres esquivo cuando me ves y luego me invitas a salir. Acepto pensando en que por fin te aclaraste y me dirás que me amas al igual que no me quieres perder. Pero no, son solo ideas mías. me tratas como si no hubiese pasado nada y me haces las mismas bromas que me hacías cuando estábamos juntos. ¿Qué pretendes? ¿Qué esperas?  Me niego a preguntarte, me prometí entregarte ese espacio, ese tiempo para pensar. También me niego a volver a ser la que toque el tema de "¿qué somos? ¿En qué estamos?" Me cuesta, de verdad me cuesta quedarme callada y hacer como si nada, sobre todo cuando te veo frente a mi y tu no dices nada.  Ahora he vuelto a llorar. Es que sigo frustrada por no saber qué ocurre por tu mente, por sentir que cada día que pasa es otro que juegas con mis sentimientos y en el que me pregunto ¿qu
Es difícil decir adiós, sobre todo cuando se ha logrado crear un lazo indescriptible entre uno mismo y ese ser.  A veces, complica la simple razón de no querer aceptar que lo más sano es despedirse, alejarse o solo callar.  Toda la vida he sido de las personas que no se aferran a las personas fácilmente, he estado acostumbrada al constante movimiento de ellas. Vienen y van como se les antoja, hablan y dejan de hablar cuando se aburren. Pero contigo, algo fue diferente.  Todo fue distinto hasta que me di cuenta de que era solo un juego. Una simple manera de sentirte atendido.  Por más que quisiera que estés en mi vida por más tiempo, me mata la idea de que estés conmigo y con otras a la vez. Por más egoísta que suene de mi parte, no te quiero compartir con nadie. Quisiera que pudieses estar satisfecho conmigo y con nadie más. Me encantaría llenar todos los espacios vacíos de tu vida. Pero no me dejas y no voy a ser la tonta que se queda esperando una eternidad hasta que

Las cosas siempre cambian cuando no se está remando para el mismo lado.

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Sabes, en este minuto estoy sentada mirando el mar, sintiendo la briza en mi cara y recordando el día que hice lo mismo a tu lado. Lamento haberme ilusionado con que podíamos haber llegado a ser algo más de lo que fuimos.  Ya te lo he dicho anteriormente, sé que fui yo la que comenzó con la traba de no querer nada serio con nadie, pero tu forma de ser y tu trato hacia mi lograron que bajara la guardia al punto de desarrollar sentimientos por ti.  Hechos como cuando me decías que viajáramos juntos, tus ganas de conocer mi mundo y lo que me gustaba, el impulso que me entregabas para ser mejor cada día, tu manera de ver la vida y tus ojitos al mirarme con esa sonrisa que tienes, hicieron que cada día me gustaras más. Me encantaba que me dijeras cosas lindas, que me mostraras interés. Vernos todas las semanas, aunque fuese un momento, me hacía muy feliz. No tienes idea lo bien que me hizo conocerte. Lo mucho que me ayudaste a volver a creer en mi, a querer dar lo mejor sin