Por favor, deja de jugar con mis sentimientos. La verdad que no te entiendo, me pides un tiempo para aclararte, para darte cuenta de lo que quieres, me dejas de hablar, eres esquivo cuando me ves y luego me invitas a salir. Acepto pensando en que por fin te aclaraste y me dirás que me amas al igual que no me quieres perder. Pero no, son solo ideas mías. me tratas como si no hubiese pasado nada y me haces las mismas bromas que me hacías cuando estábamos juntos. ¿Qué pretendes? ¿Qué esperas? 

Me niego a preguntarte, me prometí entregarte ese espacio, ese tiempo para pensar. También me niego a volver a ser la que toque el tema de "¿qué somos? ¿En qué estamos?" Me cuesta, de verdad me cuesta quedarme callada y hacer como si nada, sobre todo cuando te veo frente a mi y tu no dices nada. 

Ahora he vuelto a llorar. Es que sigo frustrada por no saber qué ocurre por tu mente, por sentir que cada día que pasa es otro que juegas con mis sentimientos y en el que me pregunto ¿qué estoy haciendo? ¿Por qué sigo esperando lo que nunca va a ocurrir? Y vuelvo a responderme: porque soy una tonta, una ingenua que piensa siempre en que la gente puede mejorar. ¿Tan malo es esperar más de las personas? "Es que quizás no está listo" me vuelvo a repetir. Pero, ¿listo para qué? Si me quiere, tendría que tenerlo claro. Si quiere estar conmigo también. No es tan difícil ordenar la vida y el corazón. Es tan fácil como hablar, o escribir. 

¡ESO! ¿Qué tal una carta explicando lo que sientes? O aunque sea una simple nota. Algo para hacerme no tirar la toalla o por lo menos, dejar de sentirme pasada a llevar y frustrada. Pero no, ni eso se te ocurre hacer. Es que es demasiado trabajo... Y no más importante que tu vida propia. 

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