10 de octubre
Despierto encañada en el sillón recordando las veces que dormimos juntos ahí. Dime cómo hacer para no echarte de menos cada puto día que pasa. Intento mantenerme ocupada, poner mi mente en otro lado y no consigo sacarte de ahí. ¿Es que no te cansas de dar vueltas en mi cabeza?
Me pongo a pensar si seguiré en tu mente como tú estás en la mía... ¿Seguiré ahí o ya me olvidaste?
Mi celular vibra y espero ver tu nombre aparecer en la pantalla, pero no son más que correos o mensajes de instagrams que ni siquiera son míos.
El otro día me di cuenta que me etiquetaste en un story, mi corazón se detuvo y luego volvió a palpitar con más fuerza que nunca al ver ese pequeño detallito. Son pequeños fragmentos que me hacen querer seguir mejorando, que me impulsan a sonreír un poquito más.