Ella y los hipócritas



Ella pensaba que la inteligencia y la madurez dependían en gran medida de conocer la diversidad cultural, las ideologías, las opiniones de la gente. Pero sobretodo de respetar todo aquello que quizás no compartiera. No esperaba llegar a pensar igual que los demás, esa era una cosa que jamás se le paso por la cabeza. Sin embargo, saber que igual que ella pensaba de una forma, los demás también tendrían sus propias opiniones, la hizo tener una visión más objetiva del mundo. No le gustaban los prejuicios, pero sabía qué inevitables son. Odiaba a los hipócritas. La hipocresía- solía pensar -era una de las grandes lacras del mundo. Gente que habla, habla, habla...trata de imponer sus ideas, creyendo q su opinión, es siempre la correcta. Ella sabía, que esas personas no se paran a pensar, no miran a su alrededor y se dan cuenta de que hay mas mundo fuera de sí mismos, que los derechos de uno empiezan donde acaban los de la persona que está a tu lado, que no se puede poner una cara hacia el mundo y el sentimiento dejárselo en casa. Las ideologías son una seña de identidad, y no son mejores o peores, siempre q no trates de imponerlas. No aguantaba, q la gente fuera diciendo: yo me río de esos que no opinan como yo. Y sin embargo, llego a respetarlos.Y había algo que le dolía, y era q le dieran la razón sin ni siquiera pararse a pensar que quizás ellos mismos pudieran estar actuando de la misma forma. Hipócritas con buena cara.

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