amistades rotas ...
Siempre pensé que nuestra amistad sería especial, que sería capaz de sobrepasar la barrera del tiempo, que vería pasar estaciones incontables, ¿¿pero sabes?? tenía tantas expectativas puestas en ti ...necesitaba tanto alguien en quien confiar... Supe que ambos teníamos cosas que enseñarnos, que la vida nunca se equivoca, que nos tenía sorpresas preparadas y sin duda no creo haberme equivocado... Sí, cosas buenas y malas; la mayoría de las veces las cosas suelen ser así de ambiguas... Pero no sabes cuanto me dolió tu desconfianza, tus celos sin razón, al pensar que yo no sería capaz de lastimarte de esa manera. Aún mi lógica no lo entiende, pero mi corazón no sana, la herida sigue ahí; me dolió que ni siquiera pensaras con un poco de cordura.
¿Crees que te hubiera insistido tanto en que abrieras los ojos y apreciaras el gran regalo que el cielo te hacía, alentándote a que te atrevieras a vivir? ¿Acaso era lógico?
Siempre pensé que hacía bien, sin embargo fue un gran error, tal vez me entrometí en lo que no debía.
Y si fue así, solo tengo algo que decirte: lo siento, nunca fue mi intención lastimarte.
Pero quiero que sepas que no me arrepiento y que lo volvería a hacer una y mil veces... porque aunque no lo entiendas siempre lo hice buscando tu felicidad... de manera sincera...
Pero sabes, finalmente no fuiste tu quien me lastimó. Sigo siendo yo la que se lastima, fueron aquellas expectativas que se quedaron guardadas, que se perdieron no se en que momento, que simplemente... se esfumaron, tan rápido como "nuestra amistad".
Te agradezco la lección de vida que me enseñaste, pues aunque el panorama luzca sombrío, siempre existe esa luz que te indica el camino para continuar... para sanar las heridas...
Y creo haberlo encontrado...
¿Crees que te hubiera insistido tanto en que abrieras los ojos y apreciaras el gran regalo que el cielo te hacía, alentándote a que te atrevieras a vivir? ¿Acaso era lógico?
Siempre pensé que hacía bien, sin embargo fue un gran error, tal vez me entrometí en lo que no debía.
Y si fue así, solo tengo algo que decirte: lo siento, nunca fue mi intención lastimarte.
Pero quiero que sepas que no me arrepiento y que lo volvería a hacer una y mil veces... porque aunque no lo entiendas siempre lo hice buscando tu felicidad... de manera sincera...
Pero sabes, finalmente no fuiste tu quien me lastimó. Sigo siendo yo la que se lastima, fueron aquellas expectativas que se quedaron guardadas, que se perdieron no se en que momento, que simplemente... se esfumaron, tan rápido como "nuestra amistad".
Te agradezco la lección de vida que me enseñaste, pues aunque el panorama luzca sombrío, siempre existe esa luz que te indica el camino para continuar... para sanar las heridas...
Y creo haberlo encontrado...