23 de nov

Si tan solo pudiera gritar y decir cómo me siento en estos momentos, solo quisiera seguir llorando…

En esta vida nos encontramos con mil personas, nos llevamos bien, compartimos risas, recuerdos, anécdotas que más puedo decir, compartimos vida.

Tenías ese rostro angelical, desde la primera vez que te conocí pude sentir tu alma, tengo esas intuiciones que nunca me fallan pero por miedo siempre me las guardo, mira que no me equivoque contigo.

Eras igual a mí, juro que lo eras, desde que te vi, dije que amaba tu forma de ver la vida, tan simple, tan feliz, tan tú.

No necesitaba nada solo seguir conociéndote, tus 28 años me hacían verte interesante, profesional, espectacular, siempre con sabios consejos y siempre claro con lo que querías, todo un caballero de pies a cabeza, jamás callaste, es más, siempre hacías ruido en mi corazón cuando te tenía cerca.

Encajabas mis sentidos, mis latidos, encajabas todos mis años perdidos, me enseñaste que el amor viene sin avisar, así despacio, así silencioso…

Recuerdo aquella vez en ese patio conversando de la vida y tú poniendo una canción que pensarías que me gustaba, cantabas y solo atinaba a ver como tus ojos resaltaban con la luz de la luna y tu boca me provocaba a besarla sin parar, pero otra vez falle, mis nervios lo arruinaron y maldigo el momento en que no hice todo eso contigo, un sentimiento mutuo y puro que me hace llorar de impotencia…

No tengo palabras para expresar este gran vacío que dejaste en mí.

Fuiste el único que me aconsejaba para que nadie me hiciera daño porque no lo soportarías, yo teniéndote cerca y sin poder hacer nada por el miedo a fracasar, trataste de confesar tu amor por mí pero yo estaba en otra dimensión que no podía creer ese sueño hecho realidad...

Que voy hacer sin ti? Que voy hacer sin tus abrazos confortadores, sin tus consejos, sin tus caminatas, sin tus bailes, sin tus cantos, sin todo lo vivido, sin ti…

Recuerdo verte caminar por esas calles riendo como loco, tan hermoso, tan tú, no podía contenerme frente a ti, tomabas de mis manos…

Como puede ser la vida tan injusta, necesito seguir escuchando tu voz, necesito ese abrazo y necesito contarte que ahora sufro por ese amor, necesito gritar porque ya no estás conmigo…

Perdóname por no estar en estos momentos contigo compartiendo esta hermosa luna.

Perdóname porque sé que no te gusta verme llorar, perdóname por esas veces que te hice renegar, reír, llorar, y aún así nunca soltaste mi mano aunque rara vez confiaste en mí, siempre decías que mi alma era como la tuya…

Estarás conmigo a donde vaya, siempre habrá algo, alguna canción que me identifique contigo.

Entradas populares de este blog

12 de Febrero

Tú vienes Cuando Menos te necesito, te vas cuando estoy dispuesta a no perderte más.

23 de febrero