Cuánto daría por tenerte a mi lado,

noches en vela y años de espera, tan sólo esperando

a que tu imagen aparezca como la quimera más esporádica de mis noches de locura.


Después de tantos años, después de tanta espera,

te veo llegar una noche, una noche solamente,

como ave pasajera,

que tus besos no son míos,

que tus manos son ajenas.


Que tu sonrisa lisonjera,

compra mi alma decadente,

que es capaz de entregarlo todo

por un poco de cariño que en tus ojos descubriese.


Esperando solamente,

esperando a que regreses,

que regreses para verte, sencillamente verte.


Escuchar tu voz por un momento, una noche solamente,

saber que estás presente, una noche solamente.


Cuál será el destino de tu vida que te separa de la mía,

que nos une en el silencio del amor reprimido,

del cariño ausente y de las palabras corteces.


Cuántas noches más de espera,

cuántos rostros amaré tratando de encontrar tu sonrisa,

cuántos labios besaré buscando tu mirada limpia.


Cuántas veces tocaré tu piel en mis pensamientos,

tal vez las mismas veces que tú encuentres en otra un cariño muerto.


Un amor de lejos, un amor ausente,

un cariño inexistente perdido en en el túnel del tiempo.


Una mirada limpia una sonrisa absurda

y el deseo interminable de quererte, de tenerte.


Sólo una noche, cual cuento de hadas,

sólo una noche y después se acaba

Poque tú te irás mañana,

cuando amanezca todo habrá sido como uno más de mis tantos sueños

como aquellos sueños en los que estás presente,

pero esta noche estás conmigo

esta noche eres real,

esta noche eres mío.

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