Nina

Me impresiona como los perros pueden percibir tu estado de ánimo; Cada vez que estoy triste, mi perrita Nina no se va de mi lado. Hoy no fue la excepción.
Llevo la mitad del día llorando, porque me frustran varias cosas de mi vida en este momento, cosas que se salen de mis manos, que no puedo controlar.
Ella, suavemente me lame la mano, los brazos y las piernas. Cuando la abrazo para sentir un poco de cariño me lame la cara y me acompaña. Su compañía lo es todo, sobre todo cuando siento que ningún ser humano está ahí, cuando me siento sola.
Ella me acompaña hasta el baño cada vez que estoy sola, sabe lo que soy capaz de hacer cuando estoy demasiado triste, me anima a dejar malos hábitos atrás. Sabe porque me ha visto hacerlo y cada vez que me ve intenta hacer que me detenga y lo logra, me saca del trance en el que estoy, me ayuda a recapacitar y volver a la realidad de la cuál me he cegado para no sufrir.
Ella es mi fiel compañera, es la que me anima a seguir, a ser fuerte. No habla pero sus acciones son más que suficientes. Es terca como su dueña, y la amo así, tal como es.
Cuando la recogí de la calle cambió mi vida por completo, se transformó en mi mejor partner.