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23 de febrero

 La urgencia de tener que vomitar todo lo que siento para bajar la ansiedad, el nerviosismo y ordenar mi mente se hace tan grande que mírame, ya estoy de vuelta en este medio para desahogarme.  ¿Por qué eres como mi droga? ¿Por qué cada vez que te veo, después me siento en abstinencia? Me carga, porque me hace extrañar algo que no extraño en mi día a día. Me hace querer estar en un lugar en el que no quiero estar. Me hace recordar momentos que me rompen en mil pedazos y hacen que la angustia vuelva a aparecer.  Pero ayer cuando te vi a los ojos, cuando sentí ese abrazo reconfortante y tu olor... Tus pecas... Me sentí en casa, me llenó de euforia y quedé hiperaciva por muchísimo rato, tal como las drogas actúan en el cuerpo de un sobrio.  Lo que no entiendo es como si por primera vez en mucho tiempo te pude ver con una sonrisa en la cara, te pude ver con el corazón tranquilo y en paz, me carcome la mente pensar que desde que ya no nos vemos mi vida está en modo avión...  No he podido se

12 de Febrero

 Las luces van pasando rápido, la música la tengo al máximo para no escuchar mis pensamientos. El nudo en la garganta no se va, la nostalgia está latente. Tantos recuerdos, tantas risas acumuladas, van retumbando en mi cabeza como si las estuviese viviendo hoy.  Si, éramos partners, de esos que tenían muchas cosas en común, que cantaban en el auto, que se ayudaban el uno al otro, que tenían miles de videollamadas, horas de conversaciones, muchísimas salidas insignificantes que se transformaban en importantes por el solo hecho de que estábamos juntos.  Y la verdad me da rabia, pena, me frustra pensar que hoy por hoy solo somos conocidos. Que no bien mencionan tu nombre me genera un rechazo instantáneo por todo lo que pasó.  Ya no tengo ese partner... ya no tengo a esa persona que yo decía upa y él decía chalupa y viceversa. De vez en cuando me hace falta ese tipo de compañía, pero me he obligado a aprender a ser mi propio partner. Últimamente voy sola a los conciertos, sola a hacer las

1 febrero

 Odio que mi corazón le pertenezca, odio seguir pensándole hasta el día de hoy. Queriendo verlo y a la vez estar convencida de que no es buena idea, querer hablarle y no poder dar ese paso por miedo a retroceder, pensar en ver sus cosas y frenarme para no recaer en el vicio que tanto me costó dejar atrás.  Odio que cada canción me lleve a él sin importar de qué índole sea. Odio desconfiar de todo lo que sea relacionado a él también, cada mínima cosa creo que es mentira, menos de que si estas palabras llegan a sus ojos alimentarán su ego como muchas otras cosas.  Odio sentirme tan vulnerable. Odio sentirme emocionalmente no disponible.  Pienso en conocer a alguien más, me da flojera. Pienso en comenzar a tener citas, me da progeria.  Tener que dejar mis tiempos, salud mental y panoramas por otra persona es literalmente una tragedia emocional. Estoy agotada mentalmente de creer que todos me mienten, juegan y terminarán hiriéndome. Tampoco tengo ganas de poner ningún esfuerzo en nuevos la

Corazón de hielo

Mucha gente me ha preguntado si he vuelto a querer después de lo que me pasó y claro que lo he vuelto a hacer... he vuelto a querer a mis amigos, a mi familia, he conocido gente nueva que se ha vuelto importante para mi. Pero enamorarme? Nah... eso hasta el momento no lo he logrado y lastimosamente, cada ser que se ha acercado para hacerme cambiar de opinión termina con el corazón destrozado y ni remordimiento me da. Total, son hombres y todos terminan siendo iguales: mentirosos, tramposos y manipuladores. Bendito sea aquel que me haga cambiar de opinión.  Y si, sé que hace rato que no publico pero es que no quiero que sigan leyendo mis pensamientos. No quiero que sigan sabiendo de mi sin que yo les cuente directamente. Pero hoy ya me harté de que me coartaran la libertad de expresión, de tener miedo a que compartan estos textos a quienes no corresponde... pero total, eso ya está hecho.  Me arrepiento cada puto minuto de haber confiado en personas que no merecían mi confianza, que no m

3 de octubre 2022

 Y qué más da, en algún momento iba a salir a la luz la verdad. La verdad que tanto esperaba porque a la cara no me la ibas a decir nunca. Quizás a cuántas puntas estabas jugando, quizás a cuántas más les has dicho Te Amo.  Ese puesto que para mi era especial y pensé que era la única ya sé que no fue ni será así. Quizás cuántas mochilas más has tenido que te han tocado la espalda, las piernas, las manos y hecho masajes en el camino. Quizás cuántas piernas has tocado tú en él también.  Algún día lograré arreglar lo que rompiste, en algún momento podré ver a alguien a los ojos y decirle que lo amo sin miedo a nada.  Tarde o temprano llegará esa persona que ocupará el lugar que te di. Pero no aún, todavía estás ahí en ese espacio y lo que más me da rabia es que lo sabes y haces todo para recordármelo.  Tampoco estoy apurada en conocer a esa otra persona, pero si quiero que me dejes de importar y como el karma existe, mientras más intento, menos pasa. 

Sabor a alcohol

 Llevo mucho tiempo sobria, tanto, que me he vuelto más económica que nunca. Escribo estas palabras con sabor a alcohol en la boca, el sabor a ron endulza un poco esta noche tan amarga, tan solitaria.  Son muchos los demonios que tengo en mi, pese a que podía controlarlos... pero la verdad, es que para que hacerlo si son lo único que me recuerda que alguna vez estuve viva. Que alguna vez pude sentir.  Sonrisas falsas, risas vacías y un corazón que ha dejado de latir. Una vida desganada, ilusiones rotas y sueños que nunca podrán vivir.  Pesadillas a diario, insomnio seguro y gritos internos que en lágrimas se transforman sin poder salir. Unos ojos penetran mi mente, un olor familiar llega de repente y las ganas de sentir ese abrazo no se me escapa más. Llevo meses sin sentirme de alguien, meses sin probar esa boca de vuelta con sabor a alcohol que me volvía loca. Meses sin siquiera sentir unas manos calurosas por mi cuerpo.  Imaginarlas no me bastan, pero cuando se acercaron por última

Buscando explicaciones

Explícame... ¿Para qué volviste? 3 oportunidades te di para que me dijeras algo coherente, algo conciso. Que te pusieras los pantalones, me miraras a la cara y dijeras la verdad. Una vez en tu vida que hubieras dicho la verdad sin miedo a nada y quizás las cosas hubiesen terminado diferente. Pero, decidiste mentirme otra vez y omitir respuestas que para mi eran necesarias.  Yo creo que ni te das cuenta el impacto que genera eso en mi psiquis, cierto? Espero sea eso.. porque haber vuelto a pedirme que te diera otra oportunidad sabiendo lo mucho que me cuesta estar tranquila contigo, sería más que egoísta y despiadado.  Igual, todo terminó como siempre... Tú dándome un pedacito de tu vida y luego sacándomelo. Eliminando nuestras fotos, nuestra historia, nuestras listas. Siempre das y sacas, te cuesta mucho entregar y dejar ahí tranquilito para que el tiempo haga lo que tenga que hacer.  Te cuesta dejar que el ciclo cierre y ayudar a que cierre como corresponde.  Cuando miro la luna me ll