Bad choices
Todos cometemos errores, es lo que nos hace ser seres humanos. No por eso nos hace ser malas personas, solamente decidimos mal. Estas malas deciciones nos incitan a aprender y crecer aunque no todos los errores van a ser perdonados por quienes fueron afectados, todo dependerá de la gravedad de la situación.
Esta semana hubo una serie de eventos desafortunados que incluyeron a varias personas que me importan y he intentado superar todo, dar vuelta la página, pero uno de ellos me llevó a recordar un momento de mi vida del cuál me costó muchísimo salir. Quisiera que todo fuese super fácil o que hubiera un botón de reinicio en el cerebor para olvidar, pero no es el caso. Debo elegir entre perdonar o dejarlo ir, con la primera opción, estoy obligada a volver a confiar en esa persona que me hizo daño y eso me puede jugar en contra a la larga, pero con la última opción, pierdo a una persona muy importante en mi vida.
Me cuesta perdonar, me cuesta confiar y me cuesta dar segundas oportunidades desde que salí del hoyo en el que estaba. Escribir me ayuda a aclarar mi mente, relajar el ambiente y ordenar mis ideas.
Y es en este minuto, en que no sé qué decisión tomar ya que no quiero equivocarme una vez más.