Libre al fin

Hace tiempo que no me sentía tan independiente, tan fuerte, tan feliz. Estos meses de soltería han sido los mejores que he tenido dentro de un largo tiempo. Ya no tengo que darle explicaciones a nadie ni pensar en lo que otros quieren de mi o quieren hacer conmigo; si quiero salgo sola, si no, busco alguna compañía entre mis amigos.

He conocido gente espectacular, realmente, personas que nunca hubiese podido conocer si yo siguiera encerrada en esa relación tan tóxica que aguanté por tanto tiempo, aunque debo decir que no siempre fue así. 

Me he reencontrado, vuelto a hacer actividades que me encantaban y que dejé de hacer porque "no tenía tiempo". He aprendido a decir que no, he aprendido a cuidar mis palabras. 

Mi pena, mi luto, duró tan solo dos semanas y luego me di cuenta de lo mal que me hacía. Hice un cambio radical en mi mente: ¿Quién era él para controlar mi futuro? ¿Quién era él para hacerme sentir tan insegura? ¿Quién era él para tratarme de la manera en la que me trató? 

La única que dejaba eso era yo misma y no señor, no más. Yo soy la única que elige lo que quiero para mi vida, yo soy la responsable en decir que si o si no, soy la encargada de ser feliz por mis propios méritos y no necesito la aprobación de nadie. 

Hace años que no me sentía tan poderosa. Ya no tengo que aguantar críticas desagradables ni escuchar comentarios como "hablas mucho" o "eres una persona súper tacaña".  De verdad que es un alivio, pero tan grande, que me siento en libertad de hacer lo que yo quiera, cuando quiera y donde quiera. 

Al fin pude abrir los ojos y darme cuenta de lo que todos me decían: "Él no es para ti", "eres mucha mujer para alguien como él". Y cabe agregar que sus amigos también me lo decían, pero yo era la tonta enamorada que dejaba que la pisotearan y aguantaba todo eso porque "él es así, lo tengo que querer como es". 

Pero ya no más, ahora estoy contenta y libre. Tomando decisiones día a día para ser más feliz, para estar contenta. 

Te perdono todo lo que me hiciste y te agradezco por darme la oportunidad de volver a abrir las alas y volar.