29 de octubre
Se va a cumplir 1 semana desde que no hablamos, si, cuento los días. Antes eran los días para verte, ahora, los días que has dejado de hablarme. Me alegra saber que estás tranquilo, es algo que no he querido interrumpir y aunque no lo creas, cuesta. Cuesta ignorar a la persona que más quieres.
Han sido días intensos, temblorosos e inestables. Han sido días en los que puedo despertar con pena, mucha pena, y a lo largo del día se me pasa o viceversa.
Sé que me dijiste que no me seguirías leyendo, quizás lo haces... quizás no, quien sabe. Yo seguiré escribiendo porque me hace bien y estoy segura que eres uno de los pocos que me entiende porque haces lo mismo, solo que para ti y en papel.
Como me hubiese gustado que me acompañaras en este viaje, ayer invité a los chiquillos a jugar a las maquinitas del mall, pucha que me gustan esas cosas. Gané en casi todo, me animé y reí muchísimo. Pero igual por dentro pensaba en ti, en que hubiese sido entretenido competir entre parejas, que me acompañaras a caminar por el estrecho, quizás conocer a tus amigos magallánicos, que me acompañaras a Porvenir (cosa que no haré porque ningún brillo hacerlo sola), que fuéramos al faro san isidro juntos.
No sé, mil planes que tenía para este viaje y que no haré porque no lo quiero hacer sola. No los quiero hacer sin ti. Debería, pero no quiero. No me dan las ganas.
El miércoles estuve todo el día pensando en cómo te habría ido con tu tatuaje, qué te tatuaste, dónde. Sé que te quieres hacer la manga, ojalá lo logres hacer. De a poco, pero que cumplas esa meta.
Espero sigas feliz, tranquilo, con tu mente tranquila. Deseo de corazón que sigas bien, que sonrías y rías. Que tus ojos brillen al hacer las cosas que haces y tus pequitas se iluminen con ese resplandor.