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Mostrando entradas de octubre, 2017

Soy una egoísta

Estoy generando un daño enorme y me doy cuenta. Pongo excusas para no enfrentar lo que realmente está pasando: no quiero renunciar a mi libertad.  Estoy demasiado contenta por tener tiempo para mi, poder hacer las cosas que quiero y cuando quiero. Me genera paz no tener que rendirle cuentas a nadie.  Pero haciendo eso sé que estoy dañando a quienes quiero, estoy en conocimiento de que algún día se rebalsará el vaso y perderé el control de la situación.  Me hago la tonta, la "que no se da cuenta", la ingenua que no sabe cuando las cosas van por otro camino.  Me genera cargo de conciencia y a la vez no; estoy disfrutando mi año, mi libertad, mi alta autoestima, mi crecimiento personal y profesional.  Este ha sido mi año.  Y no quiero compartirlo con nadie más que conmigo. He hecho cosas que nunca pensé que iba a hacer, experimentado sensaciones nuevas, conocido personas nuevas (algunas muy interesante, otras no tanto). Algunas de esas personas se han vuelto pilares

Cuando te das cuenta que todo este tiempo estuviste en negación

Lo sé, fracasé. Intenté superarlo de la mejor manera posible pero cada vez lo volvía a intentar me equivocaba de manera insólita. Ya está, me di cuenta de que no hay marcha atrás. Pero el problema está en la pared que tengo construida para que no me vuelvan a herir, el mayor obstáculo es el freno que tengo puesto para no ilusionarme con cuentos baratos. Culpo a todos aquellos que me hicieron daño de manera innecesaria. Culpo a las palabras que algún día escuché y creí, esas que me enamoraron, me engancharon, me sedujeron. Pero ya no, no más. Para mi las palabras están vacías, los actos hablan por si solos. Me cuesta sentir, amar, entregarme por completo. No se me hace fácil confiar, no quiero volver a sentir que me pasaron a llevar, que jugaron conmigo, que di todo y me lo devolvieron con engaños. Es cuando va todo demasiado bien es donde me freno, me niego, me asusto y me alejo. Intenté seguir adelante, decir que ya no me importaba. Es ahora, cuando lo veo con otra, que

Carta a mi misma

Querida: Tu vida no ha sido fácil, lo sé. Créeme cuando te digo que me siento un 110% identificada con cada vivencia que has tenido, con cada situación a la que te has enfrentado, con cada sentimiento que has distinguido; lo sé porque las he vivido en carne propia. Si me refiero a tu familia, bueno, ¿ha sido difícil, no? Todas las peleas con tus hermanos y tus padres, los malos entendidos, las mentiras de parte de ellos y de parte tuya. Los gritos y las faltas de respeto completamente innecesarias pero que han ocurrido de todas formas. Las veces que quisiste pedir perdón pero que el orgullo no te dejó y las veces que no recibiste de buena manera las disculpas que te llegaron en su minuto. El sentir que nunca fuiste suficiente, que no lo eres (si vamos al caso). Que por más que intentabas ser la mejor en todo lo que te proponías la mayoría de las veces llegaba una crítica o un "pero" o una comparación con tu hermana. Claro, no puedes ser ella, acéptalo; nunca serás depor