Emociones
Es asombroso como echar de menos a una persona cambia tu manera de ser. ¿O solo me pasa a mi? Me he dado cuenta de que mientras más importante una persona es para mi, más lo extraño y de la mano con eso, me pongo cada vez más tonta; actúo como si no me importara, me salgo de mis casillas por cualquier estupidez, me callo cosas que son importantes para mi, hago problemas por cosas pequeñas, me frustro fácilmente, etc...
Y lo peor no es solo mi actitud, si no que me acompaña la pena porque no puedo hacer nada para no sentirme de esa manera. La impotencia me invade, no es lo mismo escuchar que tocar, sentir, entregarse por completo.
Me siento triste muchas veces porque no puedo ser yo misma, estoy atada de manos y pies.
De esta manera no puedo dar lo que quiero, no puedo ser mi 100.
¿Con tantas opciones, tengo que elegir a más complicada?
Dicen que lo bueno no es gratis. Que el que espera disfruta más la victoria, pero la paciencia en estos temas no es uno de mis fuertes. Lo intento, juro que pretendo mantener mi compostura y seguir con la actitud que tenía desde un principio. Nadie se imagina lo difícil que es para mi hacer eso.
Y me doy cuenta que también exijo de manera indirecta que se mantenga esa actitud conmigo aunque tampoco lo logro. Hay un cambio importante. ¿Se dará cuenta? ¿Significará algo?
Tengo que dejar de sobre pensar las cosas y dejar que fluyan solas.